Ecos de las Profundidades

Sus hilos se alargan, tocando lo invisible, susurrando memorias antiguas. No sé si flota en el mar o en la bóveda celeste, pero en su danza lenta escucho un eco visceral

Sobre la Obra

En esta obra, la artista eleva la imagen de una medusa a un símbolo cósmico y casi sagrado. Suspendida en un océano nocturno que se confunde con el espacio estelar, la criatura marina se convierte en metáfora de la vida oculta, de lo que palpita en la sombra y se despliega en silencio. Los tentáculos se expanden como hilos de memoria, mientras su cuerpo traslúcido, casi etéreo, brilla con tonos cálidos y reflejos nacarados. La medusa parece flotar en un limbo entre mar y cosmos, uniendo dos infinitos: el de las aguas y el de las estrellas. Ecos de las Profundidades habla de lo ancestral y lo misterioso, de aquello que habita más allá de la superficie, donde lo visible se disuelve en lo intangible. La artista propone una mirada contemplativa hacia lo que solemos temer o ignorar: lo que vive en la oscuridad, lo que no necesita palabras para existir.